La expedición de Magallanes y Elcano, fueron casi 70.000 kilómetros y 3 años de viaje. Una odisea repleta de penalidades para lograr dar la primera vuelta al mundo. ¿Cómo lograron, por primera vez, dar la vuelta al mundo? ¿Y qué peligros y penurias se encontraron por el camino aquellos marineros? Te contamos algunas de las desventuras que marcaron una expedición que se inició con 250 hombres, pero que apenas 18 lograron completar.

En el mapa ves el recorrido que realizaron aquellos hombres durante tres años en la expedición de la primera vuelta al mundo. Un viaje que comenzó, en Sevilla, el 10 de agosto de 1519. El navegante portugués Fernando de Magallanes había convencido al rey Carlos I de España para su ambicioso proyecto. Llegar a las islas de las especias navegando hacia el Oeste. Así se llamaba a las Islas Molucas, pertenecientes a lo que hoy conocemos como Indonesia.
Buscaban clavo, la especia más preciada. ¿Y por qué Magallanes proponía ir por el Oeste? Porque por el Este, atravesando el Océano Índico, ya viajaba Portugal. Y es que, con el Tratado de Tordesillas, de 1494, España y Portugal se habían repartido el mundo en dos mitades. Pero mientras habían definido bien la división en el Atlántico, al otro lado del planeta no se había precisado tanto, porque desconocían el tamaño total de la Tierra.
La primera vuelta al mundo – El viaje
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Así fue como Magallanes consiguió cinco embarcaciones y unos 250 hombres, mayoritariamente españoles, para su primera vuelta al mundo. Aunque Carlos I no quiso otorgar todo el poder a un portugués y nombró al español Juan de Cartagena como supervisor general de la flota.

En su primera etapa, la expedición cruzó el Atlántico y llegó a la costa de Sudamérica. El gran reto era lograr cruzar al Océano Pacífico, o como lo llamaban entonces, el Mar del Sur. Pensaban que este paso sería a través del Río de la Plata, aunque pronto se dieron cuenta de su error y siguieron hacia el Sur. Sin embargo, la desesperación fue aumentando, ya que no encontraban el paso y para complicarlo aún más, llegó el invierno.
El motín
Magallanes decidió entonces que permanecerían en Puerto San Julián, en la Patagonia Argentina, hasta que el invierno acabara. Pero por esta decisión, varios oficiales españoles se sublevaron contra el navegante portugués. Consideraban que la expedición era ya inviable y que era preferible volver a España y probarlo en otra ocasión. Entre los sublevados estaba el marino español Juan Sebastián Elcano, más tarde tendrá un papel protagonista en la primera vuelta al mundo.

El caso es que el motín estuvo a punto de cambiar la historia, pero al final, no tuvo éxito y Juan de Cartagena, el supervisor nombrado por el rey español, fue dejado entierra. Superada la sublevación y los 6 meses de duro invierno, la expedición logró finalmente su objetivo: cruzar al llamado Mar del Sur a través de lo que luego se conocería como el estrecho de Magallanes.
Las penurias del Pacífico
Esto no fue fácil: uno de los barcos, la nao Santiago, quedó destrozada mientras exploraba en busca del paso. Otro, la nao San Antonio, decidió regresar a España sin previo aviso antes de cruzar el estrecho. A Magallanes ahora solo le quedaban tres barcos. ¿Y qué se encontraron al otro lado? Por primera vez, en la primera vuelta al mundo de Magallanes y Elcano descubrieron unas aguas tan tranquilas y calmas, que inspiraron el nombre del “Pacífico”.

Error de cálculo
La alegría les duró poco. Magallanes había cometido un error de cálculo importante en su proyecto para la primera vuelta al mundo. Magallanes dejó un memorial escrito al rey, según el cual podemos inferir cuál era el ancho del océano Pacífico que él esperaba encontrar. Resulta ser unos 5.500 kilómetros menor que la realidad. La realidad son aproximadamente 17.000 kilómetros. Ese fallo hizo que aquellos marinos pasaran tres meses sin apenas tocar tierra. Y en ese tiempo, enfermedades como el escorbuto y un hambre inhumana arrasaron con la tripulación.
No se pueden reabastecer durante periodos muy largos, por ejemplo en el Pacífico, en muchos periodos de la derrota y llegan a comer, por ejemplo, el cuero que protegía los palos del trajín de las velas. Ese cuero se lo comen ablandándolo en agua de mar y, a veces, sobre asándolo un poquito al fuego. Tan solo pudieron hacer una breve parada en la que llamaron Isla de los Ladrones, hoy conocida como Guam, antes de llegar el 16 de marzo de 1521 a Filipinas.

Muerte en Filipinas
Para entonces, en la expedición de la primera vuelta al mundo solo quedaban unos 150 hombres. El resto habían fallecido por el camino o habían regresado a España en el barco San Antonio. Así que, imagínense lo que supuso llegar de nuevo a tierra firme. Las islas Filipinas estaban bastante cerca de las Molucas, pero Magallanes tenía primero otro objetivo. El rey Carlos I le había prometido que podría quedarse con dos islas de las que descubriera. Y como en Filipinas abundaba el oro y otros minerales, Magallanes buscó asentar su poder en la zona.
Parece ser que estaba obsesionado con imponer su autoridad allí. Una autoridad que no solo era la del rey de España, si no era su propia autoridad. La autoridad de él como gobernante de aquellas islas. Pero el gobernante de la isla de Mactán, una de las islas de Filipinas, rechazó la autoridad de Magallanes, lo que el portugués no se tomó demasiado bien. Así que Magallanes en la primera vuelta al mundo, decidió atacar esta isla con apenas 50 soldados y se enfrentó a unos mil indígenas.

Este fue el fin para Magallanes, ya que en aquella batalla perdió la vida. Y después de las desventuras Filipinas, solo quedaban poco más de 100 hombres, así que se repartieron entre dos barcos y se deshicieron del barco Concepción. Gonzalo Gómez de Espinosa quedó como capitán de la Trinidad y a los mandos de la Victoria quedó Juan Sebastián Elcano ¿Le recuerdan? Estos dos barcos lograron llegar por fin a las Islas Molucas, donde fueron cargados del tan ansiado clavo.
Regreso por territorio Portugués
La Trinidad optó por regresar por donde habían venido. Pero, no lo consiguieron, porque se desató de nuevo el escorbuto, matando a la mitad dela tripulación y los apenas 20 que sobrevivieron fueron capturados por los portugueses. Tan solo 4 de ellos acabaron regresando a Europa. Pero Juan Sebastián
Elcano decidió que Victoria regrese de la primera vuelta al mundo, por el Oeste, y lo haría sin tocar tierra, ya que esas aguas eran controladas por los portugueses. Atravesaron el Océano Índico, doblaron el cabo de Buena Esperanza y se dirigieron hacia el norte.
Nuevamente, pasaron largos meses de hambre y penurias y Victoria se vio obligada a detenerse en la isla portuguesa de Cabo Verde. Para no revelar que venían de las Islas Molucas, acordaron decir que venían de América. Pero fueron descubiertos y Elcano tuvo que escapar a toda prisa, incluso abandonando a 13 de sus hombres en tierra – aunque estos tripulantes fueron rescatados más tarde por España.

Finalmente de la expedición y la primera vuelta al mundo, el 8 de septiembre de 1522, llegó a Sevilla la nao Victoria. En ella llegaban 18 supervivientes y un cargamento de clavo, la preciada especia, suficiente como para financiar toda la expedición. Entre los supervivientes, estaba el italiano Antonio Pigafetta, cuya crónica del viaje se convirtió en la fuente más conocida, sobre todo lo que ocurrió durante aquellos tres años.
El rey Carlos I recibió a Elcano y le otorgó una renta anual y un escudo de armas en el que había una esfera del mundo con la siguiente leyenda: «Fuiste el primero que me diste la vuelta». Un viaje que supuso la confirmación de que la Tierra era esférica y que todos los mares estaban comunicados. Algo que sería vital para el comercio mundial. Aunque, como dijo Elcano a su regreso, lo más importante es que habían logrado «redondear toda la redondez del mundo».