La palabra criollo subrayaba el lugar del nacimiento de la persona y la raza de sus progenitores: significaba ser nacido en Nueva España de padres españoles o europeos. Los primeros criollos se basaban en las hazañas realizadas por sus padres en las nuevas tierras conquistadas para sostener la posición y el prestigio. A diferencia del nativo, el criollo era en el Imperio español una persona nacida en América de padres europeos, o descendiente solamente de ellos.
Qué era un criollo.
Tabla de contenido
Hay fuentes que dicen que la palabra «criollo» deriva de «crío», y es así como llamaban los españoles a sus hijos nacidos en las indias. Otros dicen que viene del portugués «crioulo», siendo como le decían a los esclavos que nacían en América, y así distinguirlos de aquellos traídos de África.
Un criollo, era aquel que durante la época colonial (siglo XVI y a principios del XIX) nacía en el continente americano, siendo descendiente de europeos. El criollo formaba parte de las élites de la sociedad y concentraban riqueza, poder y prestigio. Los criollos utilizaban como mano de obra a los indígenas, que también pasaron a ser sus esclavos.

Características de los criollos.
La situación de los criollos no era una homogénea, había familias más poderosas y otras menos. También eran importantes las diferencias regionales. Aun así, destacamos algunas características comunes:
- Eran comerciantes importantes.
- Su religión era la católica.
- Podrían recibir educación en Europa. En muchos casos regresaban como abogados o médicos.
- Participaron en la vida política en América.
- Ocuparon lugares importantes en las instituciones del gobierno, antes de las Reformas Borbónicas.
- Formaban parte de las milicias.
- Lucharon por autonomía en América, iniciando las guerras por la Independencia.
Los criollos, en la época colonial. Historia.
En la época colonial existían dos grupos bien diferenciados. Los criollos, que como hemos dicho, eran hijos de españoles nacidos en América y los peninsulares que eran aquellos que habían nacido en España. La élite criolla formaba un grupo minoritario que tenía una posición superior dentro de la sociedad colonial. La élite criolla incluía grandes comerciantes, mineros, hacendados, funcionarios coloniales, encomenderos, ganaderos, dueños de obrajes, entre otros.

Los conflictos de índole política (índole, es la condición o naturaleza de las cosas) se dieron porque las funciones de gobierno eran encomendadas a los peninsulares españoles que llegaban de Europa. En tal sentido, los criollos tomaron conciencia de que su situación era desventajosa y reclamaron a la corona una mayor participación en las funciones del gobierno. Argumentaron que por haber nacido en América, un criollo conoce mejor el espacio colonial y sus necesidades que cualquier funcionario español.
Los conflictos de índole económico se dieron porque la corona anuló la perpetuidad de las encomiendas, es decir, las encomiendas ya no se pudieron heredar. Una estrategia del criollo para alcanzar el poder fue la compra de cargos públicos. La corona española, agobiada por las deudas y la falta de ingresos, encontró una forma rentable de conseguir fondos a través de la venta de cargos públicos.
Estos cargos públicos fueron comprados por los criollos con mucho dinero, por la que la administración pública se llenó de personajes poco preparados para la función que asumían. Además, estos buscaban recuperar el dinero invertido al comprar el cargo, por lo que incurrían en actos de corrupción. Las alianzas matrimoniales eran con otras familias aristocráticas para mantener o elevar el estatus social.

La preservación del patrimonio y fortuna se hacía a través del mayorazgo o derecho del hijo mayor a heredar todos los bienes de su familia. Asimismo, el criollo de nivel inferior también buscaba acceder a cargos que les permitiese consolidar el prestigio social, como pertenecer a una orden militar, guardián virreinal o ser benefactor de un convento.
El criollo y las reformas. El éxito social y económico de los criollos, sumado a las quejas y rebeliones, hicieron que la corona empezará a desconfiar de su fidelidad. En el Siglo XVIII, con las reformas borbónicas, se dieron una serie de cambios en administración a través del cual se eliminó la venta de cargos públicos. Asimismo, se determinó el nombramiento exclusivo del español en los altos cargos de la burocracia, dejando de lado al criollo.
Es así que se empezó a retirar al criollo de los principales cargos públicos y se nombró al español que era completamente leal al rey. Con los españoles en los puestos más importantes, los criollos quedaron muy descontentos. Al ser excluidos de sus cargos y al verse impedidos de gobernar el territorio americano que consideraban como propio, iniciaron una larga batalla por la igualdad de derechos en el acceso la burocracia.
Poco a poco se extendió la idea de que el criollo, aunque descendía de los conquistadores, era mestizo y, por lo tanto, inferior a sus padres españoles, indignos de recibir mercedes reales o premios. A ello se debe añadir la creencia de que como el niño criollo era amamantado por amas indígenas o negras, bebían en la leche de ellas los defectos propios de su raza, convirtiéndose en seres inferiores.
Asimismo, se pensaba que el clima y la geografía de un lugar determinaban el carácter y la capacidad del individuo. Como se creía que los indígenas eran flojos y tenían poca capacidad para el trabajo, los criollos nacidos y crecidos en los mismos aires que los indígenas se habían degenerado transformándose físicamente y psíquicamente. Todo este panorama vivido por el criollo hizo que liberara las luchas independentistas con el objetivo de tomar el poder político y económico, presentándose como libertadores de la opresión española.